El arte de persistir

Ya han pasado más de seis meses de la aprobación de aquella polémica ordenanza que venía a revolucionar y modernizar a la Escuela de Música y Banda Infantil Municipal "Alfonso Bianchi". Se dijo que era hora de hacer una "reestructuración" profunda, "modernizar" la currícula y orientar los esfuerzos hacia la formalización de los títulos. Se dijo también que se respetarían los derechos laborales adquiridos de los docentes en ejercicio. Se dijo también que la institución estaba de acuerdo con los cambios a impulsar.
En el transcurso de los acontecimientos se desencadenaron una serie de hechos que vistos en proceso dejan en claro las contradicciones arrastradas por este "nuevo" proyecto institucional. Cesantías, sumarios administrativos, descalificativos agraviantes, manifestaciones de rechazo en una primera etapa. Ahora se suman las últimas intervenciones artísticas en plazas públicas de nuestra ciudad de los músicos que siguen rechazando el proyecto impulsado por el Ejecutivo y conformaron la nueva Banda "Carlos Maestri".
En su última respuesta al Pedido de Informes que realizamos desde el Concejo Deliberante, el Ejecutivo dejó en claro su postura: no dará un paso atrás. Y cree que con ello está demostrando su gran poder de determinación y autoconvencimiento. Aún cuando en el camino haya quedado uno de sus impulsores, quieren demostrar que nada cambió con respecto a la decisión original como si nada ni nadie pudiera hacerles "torcer" el brazo. De la determinación a la obstinación puede haber un paso.
Resulta irrisorio querer impulsar un proyecto educativo sin el apoyo de la institución destinataria del mismo y, por ello también, partícipe necesaria de su elaboración y ejecución. Sin esta base, condenaron a su propio proyecto a ser vivenciado y percibido como una "imposición externa" y "coercitiva" a una institución con más de 80 años de existencia. Es por esto que la mayor resistencia vino de su propio interior y hoy recorre las plazas en las fechas patrias para demostrar que persisten a pesar de todo. El arte de persistir o persistir con el arte, serían ambos títulos válidos para este artículo.
Resulta irrisorio querer impulsar un proyecto educativo sin el apoyo de la institución destinataria del mismo y, por ello también, partícipe necesaria de su elaboración y ejecución.
Cavar trincheras adentro de una Escuela de Música: una metodología totalmente contraproducente, anti pedagógica, "bancaria" diríamos con Freire, "embrutecedora" diríamos con Rancière. Y no es en referencia a los "nuevos" contenidos de la currícula, sino a la forma en que el Ejecutivo instrumentó la propuesta. Faltó pedagogía de la buena. Resultaría relevante identificar algún otro municipio que haya hecho esto con alguna de sus instituciones educativas más antiguas.
Sin embargo, algo se mueve. Se inquieta. Resiste. Persiste. Aguanta. Espera que pase la tormenta, porque las tormentas pasan. Y después siempre aclara. Y sobre todo, se terminan los cargos. Los funcionarios políticos dejan de serlo. Y ahí, justamente ahí, cuando se acaban los ciclos, se abre otra oportunidad para volver. Con todo lo aprendido en el proceso. Inclusive más vitales que nunca. Precisamente por esto, el arte de persistir o persistir con el arte, serían ambos títulos válidos para este artículo. Y las palabras de Puig Picart más que pertinentes para el cierre: "En cultura siempre es primavera: en todos sus mediodías brilla la esperanza".
Columna mensual para el Semanario "Tribuna" de Bell Ville - 7/7/22