Somos Capital del Fútbol
Se viene un nuevo Mundial de Fútbol y la pelota va a empezar a rodar en Rusia esta vez. Se renuevan las ilusiones y el sueño siempre presente de volver a ser campeones como en el '78 y en el '86. ¿Se nos dará esta vez? Nuestra ciudad pasará su primer Mundial reconocida oficialmente por Ley 27.366 como Capital Nacional de la Pelota de Fútbol, un logro que reconoce el esfuerzo y el ingenio de esos tres jóvenes bellvillenses que cambiaron el juego para siempre: Luis Polo, Antonio Tosolini y Juan Valbonesi.

Con mucho orgullo guardo en mi memoria aquella participación junto a Ramón Cairo, fabricante y representante de CAFABA (Cámara Argentina de Fabricantes de Balones y Afines), en la Comisión de Deportes del Congreso de la Nación, en la que defendimos el Proyecto de Declaración del Bel Ville como Capital Nacional de la Pelota de Fútbol, teniendo presente la importancia de la fabricación artesanal de la pelota de fútbol, no sólo por su historia sino también por su impacto positivo en la generación de empleo en nuestra ciudad.

La situación económica actual es adversa para nuestros fabricantes, porque la apertura indiscriminada de importaciones atenta gravemente contra la fabricación artesanal. Asimismo, la empresa YPF tampoco colaboró con una compra a fabricantes locales, a pesar de las promesas oficiales, y terminó adquiriendo pelotas chinas para sus promociones.
Atendiendo a esta situación, como Concejal propuse una eximición temporaria de impuestos municipales a fabricantes junto a un asesoramiento y apoyo técnico para la comercialización del producto local en un contexto de crisis. Lamentablemente la iniciativa fue rechazada en el Concejo Deliberante por el oficialismo de "Cambiemos" (UCR - PRO) y desde entonces la situación se sigue agravando.
Ojalá que la alegría por el Mundial que comienza se exprese en la compra y venta de las pelotas fabricadas por manos bellvillenses. Quizás para el próximo evento, nuestros productos locales lleguen a muchos otros países y esta tierra sea reconocida como el lugar donde tres jóvenes transformaron para siempre un deporte que sigue traspasando fronteras. De Bell Ville al mundo.